31 marzo, 2016

DARK HORSE: 30 AÑOS DE DIVERSIDAD Y VOCES AUTORALES

Por Alberto Calvo 

El cómic estadounidense atraviesa un momento rico en diversidad. Incluso las series regulares de Marvel y DC comparten espacio con títulos propiedad de sus autores, pero no siempre fue así. Dark Horse Comics, una de las editoriales que ayudaron a que el medio se desarrollara y llegara a su estado actual, celebra este año su treinta aniversario, por lo que es un buen momento para repasar su historia. 


Imposible hablar de Dark Horse sin mencionar a su dueño y fundador, Mike Richardson. Nativo de Portland, Oregon y graduado de una licenciatura en artes, en 1980 fundó una librería y tienda de cómics llamada Pegasus Books, que pronto se convirtió en una cadena con tiendas en varias ciudades del noroeste de Estados Unidos. A lo largo de los años entró en contacto y formó amistad con escritores y dibujantes, de quienes aprendió mucho sobre las prácticas de la industria estadounidense del cómic. 

Una de los principales malestares de los autores era la falta de control sobre sus creaciones, que eran propiedad de la editorial para la que estuviesen trabajando. Aunque desde la década anterior hubo varios intentos por establecer a los autores como propietarios de su trabajo, fueron aislados y no del todo exitosos. 

En 1986, con ayuda de su amigo, el escritor Randy Stradley, Richardson usó los recursos generados por sus tiendas para fundar una pequeña editorial con la idea de dar a los autores un espacio para trabajar sin tener que renunciar al control de sus ideas. En julio de ese año apareció el primer número de Dark Horse Presents, una antología que combinaba historias cortas con serializadas, de entre las que destacaba Concrete, de Paul Chadwick


El acuerdo con los colaboradores del título les otorgaba todas las ganancias generadas una vez cubiertos los costos de impresión y distribución. Los cálculos de la editorial indicaban la necesidad de vender 10, 000 ejemplares para cubrir sus gastos, así que al lograr ventas de 50, 000 copias se pudo dar inicio formal a las operaciones de una de las editoriales de cómics más importantes de Estados Unidos. 


En 1987, Concrete fue la primera historia en pasar de las páginas de Dark Horse Presents a su propia serie, algo que a lo largo de los años ocurriría con varios seriales. La obra de Chadwick fue un éxito de crítica y ventas, y con el paso del tiempo ha acumulado muchos premios, incluyendo nueve Eisner. 

De la pantalla al cómic 

Richardson apuntaló el negocio con la adquisición de licencias, y en 1988 lanzó con gran éxito Aliens, seguida pocos meses después por Predator. Los cómics basados en películas y series de televisión no eran nada nuevo, pero Dark Horse hizo algo que a nadie se le había ocurrido: tomarlos con seriedad. 


En vez de historias sin peso dramático y producidas al vapor, contrató escritores y dibujantes de primer nivel para desarrollar series que servían como secuelas de las películas o programas en que estaban basadas. Esos títulos resultaron muy populares entre los fans de esas propiedades, así como entre los lectores casuales, por lo que la reputación de Dark Horse como alternativa de calidad siguió en aumento. 


En 1991 su catálogo de licencias sumó una que sería parte esencial de Dark Horse por más de 20 años: Star Wars. Partiendo con la miniserie Dark Empire, que ocurría seis años después de la batalla de Endor, Dark Horse ayudó a revivir el interés por la franquicia, incluso antes de que se anunciara la trilogía de precuelas. 


Junto a las novelas y juegos de rol de la época, esos cómics dieron forma a lo que se conocería como el Universo Expandido, mismo que fue reconocido como parte oficial de la saga hasta 2014. El éxito de los cómics de licencia de Dark Horse fue tal que pronto se convirtieron en el socio de elección para muchas compañías, por lo que a lo largo de los años el sello ha producido material para Buffy the Vampire Slayer, Serenity, Dollhouse, Mass Effect, Conan, y muchas otras propiedades de cine, televisión, libros y videojuegos.


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EL FACTOR MUTANTE/ RESEÑA DE NÓMADAS DEL YERMO, VOL. 3

Por Everardo Ferrer



La obra más importante del meximanga, construida por el talentoso Raúl Treviño, llega a su fin. Con el estreno del remake de Mad Max, los lectores que no vieron la trilogía original del guerrero de la carretera pudieron constatar la influencia que la franquicia cinematográfica ha tenido en este trabajo de Treviño, sin olvidar a la Tank Girl de Martin y Hewlett.

En una serie de situaciones tan absurdas como divertidas, los protagonistas Milla, Splitter y Chapi, cierran esta historia compartiendo escenario con una diversidad de personajes muy bien definidos, cada uno de ellos con una personalidad propia, que enriquecen la historia y el entorno de esta aventura situada en un México postapocalíptico.



Esto no necesariamente quiere decir que Los Nómadas del Yermo vayan a desaparecer, pues el autor da a entender que es muy probable que pueda escribir otra aventura de estos carismáticos personajes, lo cual sin duda sería muy positivo para nuestra lastimada escena comiquera.

Contacto: www.FixionNarradores.com 


30 marzo, 2016

EL EXTRAÑO CASO DE... LA MUERTE DE SUPERMAN (EDITORIAL VID)

Por Jorge Tovalín
Imagen de Marveleando

¿Sabías que los dos tomos de Una muerte en la familia (A Death in the Family) fueron considerados un fracaso de ventas por Manelick de la Parra, dueño de Grupo Editorial Vid? ¿Y que eso estuvo a punto de impedir la publicación de La muerte de Superman en México?

Con motivo de la reciente visita de Jon Bogdanove a México, donde el dibujante participó por segunda ocasión en La Mole Comic Con, me ofrecí a moderar su charla del sábado 19 de marzo. Sabiendo que La muerte de Superman era tema obligado a tratar, quise ofrecer al público de la conferencia alguna información interesante acerca de este título, que marcó un momento muy importante del boom del cómic en México (y al cual Bogdanove debe gran parte de su popularidad en este país).  

Tenía conocimiento de que durante los años dorados de Editorial Vid La muerte de Superman tuvo varias ediciones y que incluso se habían realizado algunas de forma "no oficial", pero no tenía los datos duros a la mano. Así que para salir de dudas, contacté a Paco Jiménez, director editorial del sello por largos años, quien amablemente me compartió los siguientes datos:



J.G. Holguín, traductor de Editorial Vid, mantuvo al tanto a Paco Jiménez sobre la publicación del arco Doomsday (que concluyó con la muerte del Hombre de Acero) en Estados Unidos. Convencido de que debía lanzarse en México, el editor pidió a Manelick de la Parra publicarla de inmediato.

Sin embargo, debido a que los dos tomos de Una muerte en la familia no tuvieron el recibimiento esperado, De la Parra se negó a dar luz verde al proyecto.

Finalmente, en febrero de 1993, de muy mala gana, De la Parra aceptó publicar La muerte de Superman en formato de tomo, enfatizando que el tiraje sería de solamente 40 mil ejemplares.



Un mes después, con precio de quince pesos, la primera edición de La muerte de Superman fue un éxito instantáneo, agotándose en 24 horas. La editorial recibió cientos de llamadas provenientes de todas partes del país, solicitando grandes cantidades de la edición.

Esto abrió la puerta para que se tirara una segunda edición, que contó con 100 mil ejemplares, los cuales se agotaron en poco más de un mes. Cabe señalar que la segunda edición ofreció a los lectores una gran mejoría en el color de las páginas interiores, que en el primer tiraje lucía opaco.


A lo largo de los siguientes años, La muerte de Superman contó con unas 10 o 12 ediciones, tanto oficiales como no oficiales (algunos tirajes se realizaron sin dar aviso a DC Comics). El tomo se surtió a Centro y Sudamérica en varias ocasiones, llegando a países como Argentina, Chile y Colombia, entre otros.

De acuerdo con Paco Jiménez, este título marcó  las pautas para comercializar el cómic en México. Por ejemplo, antes de La muerte de Superman, las editoriales no vendían sus publicaciones directamente a los lectores, pero el éxito del tomo propició la creación de un departamento de suscripciones y ventas al público en Editorial Vid.




LOCURAS AL MÁXIMO: EL LOCO MAX

 Por J. David M. Jiménez 


¿Qué tienen en común Cobra, Magnum, Mike Hammer y Rambo, además de ser héroes de acción de los años 80? Si eres cuaderno de doble raya de esta revistuca informativa, segurolas conoces a valedores que han hecho su desgarriate y de quienes hemos chismorreado en el pasquín, como el monero Jesús Morales, mejor conocido en las bajas esferas viñeteras como El Moraliux. Pues para responder nuestra pregunta les echaremos un choro sobre su hijo pródigo, Maximino Bala, así que límpiense las chinguiñas y pónganse avispas mientras leen. 


A finales de los 80, el cómic y la historieta nacional pasaban por un periodo de esplendor, no como el de la lejana época dorada, pero sí con diversos títulos en circulación. Uno de los más exitosos era VideoRisa, por el que desfilaron varios dibujantes, argumentistas y coloristas mexicanos. En su número 89 (febrero de 1989), que presentaba a Bobotech, parodia realizada por Ricardo Plata, también se incluyó un previo de ocho páginas de una revista que vería la luz unos días después: El Loco Max

El primer número de El Loco Max, publicado el 12 de febrero de 1988, contó con 32 páginas a todo color, en un tamaño de 20 x 14 cm y un precio de 400 pesos de aquel entonces. Esta historieta semanal, con guiones y arte de Jesús Morales, tuvo una vida de sólo 20 números. 

De acuerdo con el expediente de Maximino Bala, mejor conocido como El Loco Max, el protagonista es un policía que se encuentra entre los ocho mejores tiradores del mundo, además de ser un experto en explosivos desde los tres años, ser cinta negra chorrocientavo dan en kung-fu, karate, judo, lima lama y manitas calientes, y haberse quebrado ya a seis de sus parejas de trabajo. 


Según Moraliux, al inicio Max estaba inspirado en Martin Riggs (Mel Gibson en Lethal Weapon/Arma Mortal), y desde su primer número se definió el perfil que la historieta desarrolló en casi medio año de publicación. Mientras que en la película Riggs se une a Roger Murtaugh (Danny Glover), Max es asignado como compañero del teniente Muligan, con quien investiga el suicidio de Sibila Sarraceno, hija de un ex-policía compañero de Muligan.


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28 marzo, 2016

¿QUÉ INCLUYE LA NUEVA COMIKAZE #3D?


Con bella portada de Fernando Peniche en 3-D estereoscópico (con lentecitos y toda la onda), el grueso de esta edición está dedicada a celebrar varios de los cómics más importantes que se publicaron en 1986 y que este año cumplen su 30 aniversario. 



¿Qué incluye el trigésimo número de Comikaze? 

-The Beauty: Este narciso te matará, por Aldo Iván Valdés Espinosa 
-Evan Dorkin: El humor es más poderoso que la espada, por Pepper Hargreeves
-Grendel: El espíritu de la agresión, por Alberto Calvo 
-Hierba Roja: minicómic de Renato Guerra 
-Sunstone: No otras tontas 50 sombras de Grey, por Spike Valentine 
-Cuatro tintas, tres dimensiones: Breve historia de los cómics 3-D, por Alberto Calvo 



Tema central
-1986/ El año en que los cómics maduraron, por Rodrigo Vidal 
-1986/ El ocaso del vigilante: A treinta años de The Dark Knight Returns, por Alberto Calvo 
-1986/ El sangriento círculo de Mike Zeck (texto sobre Punisher: Blood Circle), por Jorge Tovalín
-1986/ Dark Horse: 30 años de diversidad y voces autorales, por Alberto Calvo



Textos sobre cómic mexicano
-Locuras al máximo (texto sobre El Loco Max), por José David Méndez Jiménez 
-Kalimanías presenta: La Historiética de Modesto Vázquez, por Everardo Ferrer 
-Kalimanías presenta: Kalimán El Hombre Increíble y los Profanadores de Tumbas, por Everardo Ferrer 
-El Factor Mutante (reseñas de cómic mexicano nuevo), por Everardo Ferrer 



Las siguientes ediciones de Comikaze durante 2016 también dedicarán varias de sus páginas a reseñar los mejores cómics de 1986

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EL FACTOR MUTANTE/ RESEÑA DE LOBO BLANCO

Por Everardo Ferrer



Realizado originalmente para una antología de cómic de lucha libre publicada en línea, y presentado anteriormente en formato impreso de tamaño mini, El Último Misterio del Lobo Blanco es un trabajo realmente soberbio que por fin ve una edición a su altura. 

Confirmándose como uno de los autores más importantes del cómic de género, el maestro regiomontano Hugo Arámburo ilustra de manera formidable un guión de Baltazar Cárdenas que marca un homenaje al cine de luchadores, único género cinematográfico ciento por ciento mexicano. 


La historia eleva la figura del luchador al estatus de superhéroe, con una serie de flashbacks que nos remontan al origen del personaje, a su carrera y su evolución, presentadas a todo color, y que nos devuelven a la historia principal, ilustrada en blanco y negro con tonos de gris. 

Se trata de ocho páginas de una contundencia asombrosa, y que sintetizan un buen trabajo tento artístico como argumental. 


Lobo Blanco tiene la misma particularidad que muchas historias relevantes del cómic estadounidense de los años 70 y 80, que nacieron como historias complementarias en un título ajeno. En este caso, Lobo Blanco ocupa las últimas páginas de Rockers #4, y supera ampliamente a la historia titular. 

Contacto: www.lamigalaestudio.com


BATMAN V SUPERMAN, O LA OBSOLECENCIA NARRATIVA EN CINE

Por Alberto Calvo, coeditor de Comikaze



Siempre he pensado que la industria del entretenimiento gira mayormente alrededor de contar historias. Sea cine, televisión, libros o cómics, la gente disfruta que le cuenten historias. Por eso me sorprende cuando en un medio narrativo, como el cine, un producto donde contar una historia sea la menor de sus intenciones se convierte en un éxito económico, y creo que esa es la gran razón por la que Batman v Superman: The Dawn of Justice ha dividido tanto las opiniones. 

La mayoría de los fans de cómics somos lectores. Nuestro hobby es que nos cuenten historias, y cuando vemos a nuestros personajes favoritos en otros medios, disfrutamos ver un eco o reflejo de las historias que amamos. Sin embargo, en los últimos años ha ganado fuerza otra clase de fan, más interesado en portadas espectaculares y pin-ups que en leer una buena historia. Y esta película parece dirigida justo a esa clase de fan. 


En la película, han pasado dieciocho meses desde los eventos de Man of Steel, cuando la pelea entre Superman y Zod destruyó parte de Metropolis. Las cosas han cambiado y la percepción que la gente tiene del último hijo de Kriptón también. Más que un héroe, muchos lo consideran un dios, un salvador, e incluso tiene un monumento en el centro de la ciudad. Pero al otro lado de la bahía (¿?), en la vecina ciudad de Gotham, hay alguien que no lo tiene en tan alta estima. Bruce Wayne, millonario que pasa sus noches vestido como un murciélago y persiguiendo criminales para marcarlos como ganado, ha dedicado esos mismos meses a planear. Para él, Superman es una amenaza. Es un dios, y los dioses nunca han tenido reparo alguno en destruir el mundo de vez en cuando. 


Entra en escena Lex Luthor, otro millonario, quien parece odiar por igual a Batman y a Superman, aún si nunca quedan claras sus razones. Pero Zack Snyder y compañía se aseguran de dejar claro que Luthor sufre algún trastorno mental, así que no necesita razones. Lexie tiene un plan. Ha orquestado todo para manipular a Batman y Superman y propiciar un enfrentamiento. También se ha asegurado de tener acceso a la nave kriptoniana que cayó en la ciudad y a los secretos y tecnología que ahí se encuentran. Esa planeación y seguimiento resultarán en un frenético cierre para la película, saturado de acción que no siempre tiene sentido, pero que igualmente luce espectacular. Visualmente, la película es un espectáculo difícil de igualar. Esto no es sorpresa en una cinta de Zack Snyder, quien nunca ha permitido que otros aspectos de la creación de una película lo distraigan de enfocarse en la construcción de escenas épicas. ¿Quién necesita una historia o desarrollo de personajes cuando hay tantas cosas bonitas y espectaculares ocurriendo a cuadro?


Y justo ahí donde radica el problema de la película. O su mérito, dependiendo de qué lado de la discusión se encuentre uno. Mi mayor problema con Man of Steel fue la nula construcción de personajes. No sólo de los secundarios, sino incluso del protagonista, que pese a ser el "héroe" nunca se comporta como tal. Incluso el antagonista, Zod, recibió mayor desarrollo, con motivaciones claras para cada una de sus acciones, y no es nada complicado visualizarlo como el verdadero héroe de la cinta y con Superman como villano. 

La defensa favorita de sus apologistas era que se trataba del "primer día" de Superman en ese rol, y que eso cambiaría en la eventual secuela. Aquí se pretende convencernos de que así fue, de que Superman ha crecido como persona y como héroe. Pero es una falacia. Cada vez que vemos al "héroe" en acción, es el mismo personaje inseguro y sin motivación de MoS. Sí, lo vemos salvar gente, pero nunca por convicción. Es simplemente lo que cree que los demás esperan de él. A menos que se trate de Lois Lane, claro, o de su madre. 


Del lado opuesto hay un problema similar. Se nos dice que Bruce Wayne ha operado como el oscuro vigilante de Gotham por veinte años, y que el último año y medio lo ha dedicado a planear el asesinato de Superman. Porque es una amenaza a la seguridad de los habitantes de la Tierra, y que es imposible confiar en él. Para ser alguien que tiene veinte años en esto y está obsesionado con Superman, Batman no parece particularmente enfocado. No ha hecho ninguna investigación acerca de su blanco, a diferencia de Luthor. No sabe nada de él, salvo que viene de otro planeta y que fue parcialmente responsable de la destrucción de Metropolis. Cae en el juego de Luthor como si fuese un novato, reaccionando tarde a todo lo que ocurre. Cuando se le presenta la oportunidad de hacerse con un pedazo de kriptonita, mineral que parece ser la clave para detener y matar a Superman, aunque nadie nos explique cómo o por qué, Batman la aprovecha, preparando, sin saberlo, la última parte del plan de Luthor. 


Y llegamos al tercer acto de la película, con el esperado enfrentamiento, no entre el día y la noche, como el demente megalómano que es Luthor nos anuncia, sino entre dos versiones diferentes de la noche. En medio de la estridencia y excesos visuales que conforman la última media hora de la película, creo que se salva la aparición de Wonder Woman. Interpretada por Gal Gadot, WW juega un papel menor en la cinta, preparando su intervención en el último acto, en el que logra convencernos de que es una princesa guerrera que disfruta el combate y que, como afirma orgullosamente, ya ha matado antes a monstruos de otros mundos. 


Mi mayor problema con Batman v Superman tiene que ver con lo que comento al inicio de este texto. El cine es un medio narrativo, y los responsables de esta película pueden haber tenido muchas cosas en mente al desarrollarla, pero contar una historia no era una de ellas. No existe una trama principal con héroes y antagonistas definidos. Tampoco hay arcos de personaje, pues nadie crece ni se transforma como persona a causa de lo que ocurre. Nadie tiene motivos para hacer nada de lo que hace, y las reacciones que muestran se sienten forzadas. Ni hablar de personajes secundarios, pues si no hay tiempo para desarrollar a los principales, mucho menos a los menores. Incluso hay un par que son despachados de una forma tan rápida y casi de segunda mano que debemos asumir que incluirlos fue solo un guiño hacia los fans, tratando de convencerlos de que los realizadores están familiarizados con el material de origen. 

La película, como un todo, me deja la impresión de ser un pastiche, un gigantesco collage formado con elementos de varias historias que intenta presentar, sin mucho éxito, de forma interesante. Pero una colección aleatoria de referencias visuales no puede compensar la falta de una historia que sotenga la película. Es evidente que en Warner existe una sensación de urgencia. Su competencia, Marvel Studios, tiene casi una docena de películas que forman parte de un universo compartido, congruente y exitoso, y me queda la impresión que aquí tomaron cosas que debían haber sido parte de tres o cuatro películas distintas y las forzaron en una sola para reunir a su Liga de la Justicia lo más pronto posible sin necesidad de mayor preámbulo. 


Batman v Superman es un estridente y sobresaturado espectáculo visual, y entiendo que pueda apelar a los gustos de un importante sector de la audiencia. Me queda claro que no pertenezco a ese sector, y también que no soy el único. Puedo entender que hay a quienes encantó el resultado y por ello defienden la película a capa y espada, pero comprendo aún mejor la frustración que genera en muchos otros, porque la comparto. En términos monetarios, la película será un éxito, pero rentabilidad y calidad rara vez van de la mano. La película será un éxito monetario, pero fracasa en lo que debía ser su misión principal: contar una historia y hacer de sus personajes algo con lo que la gente pueda crear algún lazo emocional o afectivo. 

Ben Affleck y Gal Gadot hacen un excelente trabajo con lo poco que les da el guión. Del primero dije desde un principio que tenía el potencial para ser el mejor Batman que hubiésemos visto en la pantalla, y lo sigo creyendo. Espero que cuando Affleck haga películas en solitario de Batman pueda hacerlo sin mucha interferencia del estudio para explotar el potencial del que aquí tuvimos un vistazo. Wonder Woman se ve beneficiada por su poco tiempo en pantalla, pues maximiza cada instante para plantear un misterio alrededor del personaje, y Gadot muestra que puede hacer cosas interesantes. 


Ahora quiero ver la película de Wonder Woman, que tiene la gran ventaja de no tener involucrados de forma directa a Snyder, Goyer y el resto de los responsables de MoS y de BvS. Lo de Henry Cavill como Superman me parece una verdadera lástima. Es evidente que es un actor limitado pero sólido, y pese a su falta de rango tiene la presencia física y el carisma para ser el mejor Superman del cine. Sólo necesita un guión y un director que le permitan explorarlo. Aquí se le ve perdido en el personaje, porque lo único que se requiere de él es que reaccione a otros eventos sin siquiera el beneficio de tener motivaciones claras. Creo que eso es lo que más duele de lo que vi en Batman v Superman. Tiene a los actores ideales para hacer las mejores versiones que hayamos visto en pantalla de estos héroes, pero no cuenta con una historia que permita explorar ese potencial. Y lo peor de todo es que difícilmente veremos un cambio de dirección, pues al estudio lo único que le importa es el retorno económico, y en ese aspecto la película no tendrá mayor problema para considerarse un éxito. 


Cuando tenía cinco años tuve oportunidad de vivir un gran momento en el cine. Me convencí no sólo de que un hombre podía volar, sino también de que todo mundo podía y debía aspirar a ser alguien mejor. Estoy seguro que no hay un sólo niño en el mundo que dentro de unos años vaya a tener un recuerdo similar. He leído cómics por más de 35 años, y estos personajes representan algo importante para mí. Pero lo que vi hace unos días en pantalla no tiene nada que ver con los personajes que conozco, y eso es una verdadera lástima. Total, si la gente disfruta pagando por ver un espectáculo estridente y lleno de explosiones espectaculares, ¿para qué perder tiempo en construir personajes o idear una historia para contar?


CUATRO TINTAS, TRES DIMENSIONES: BREVE HISTORIA DE LOS CÓMICS 3-D

Por Alberto Calvo 

El uso de efectos 3D en la industria del entretenimiento es ahora tan común que lo damos por hecho, y lo que en una época estuvo reservado a salas de cine con proyectores especiales hoy está presente en cualquier hogar equipado con una televisión y lentes especiales. Los cómics no han hecho eco de esta “nueva” moda, pero ya lo habían hecho varias veces en el pasado.



De Hollywood a los cómics 
El primer boom del 3-D se dio en 1953 con el estreno de House of Wax, película de Warner Bros. protagonizada por Vincent Price. Si bien no era la primera cinta en 3-D, sí fue la primera producción a color de un estudio grande en usar efectos estereoscópicos, y su éxito fue tal que desató una ola de cintas de todos los géneros con efectos similares. 

Aprovechando el furor del momento, el legendario Joe Kubert convenció al dueño y presidente de St. John Publishing de publicar un cómic 3-D creado con una técnica similar. Kubert y Norman Maurer, otro artista de cómics y amigo suyo, cumplieron su servicio militar en Alemania entre 1950 y 1951, y ahí encontraron revistas con imágenes 3-D que eran disfrutadas con unos baratos lentes bicolor, hechos con cartón y celofán. 


La técnica utilizada consistía en dibujar los elementos que componían las imágenes de la historieta sobre hojas de acetato, creando varias capas. El proceso estándar usaba tres capas de arte, coloreadas por separado antes de generar el negativo de impresión. Kubert y Maurer trabajaron sin descanso durante 72 horas para tener el cómic listo lo más rápido posible, y el resultado fue Three Dimension Comics #1, que presentaba una historia de Mighty Mouse (Super Ratón) el personaje más popular de la editorial.

Niños leyendo el primer cómic 3-D de la historia

Pese a su exorbitante precio de 25 centavos de dólar (un cómic regular costaba 10), la revista fue un éxito y agotó su primer tiraje, de más de un millón 200 mil copias. Con su segunda impresión las ventas totales superaron el millón y medio de ejemplares.



¿Quieres saber más sobre este tema? Lee el artículo completo en Comikaze #3D, a la venta en tiendas de cómics y al correo enviocomikaze@gmail.com.  La edición incluye portada 3-D con arte de Fernando Peniche y lentes anaglifos por sólo $40.


15 marzo, 2016

EL PODCAST COMIKAZE #67: ESPECIAL ROJILLO DE MIKE MIGNOLA


En lo que ha sido uno de nuestros mejores episodios, la Banda Comikaze e invitados desmenuzan la carrera de Mike Mignola en el mundo del cómic y el cine, pasando por sus días en Marvel, la creación de Hellboy, sus mejores títulos y lo más reciente que ha desarrollado. 


Y además nos ponemos guapos regalando un paquete de cómics que incluye un ejemplar de Hellboy autografiado por Mignola (checa la dinámica al final de este post).

Participan: 

  • Karmix/conductor de El Café Comiquero y traductor/articulista de Kamite 
  • Armando Saldaña/ articulista de Kamite y conductor de Puros Cuentos 
  • Miguel Ángel Bionic Master Velasco, de la tienda La Torre de Babel 

  • Alberto Calvo/ coeditor de Comikaze, La Covacha.net, traductor de Caligrama-Panini y conductor de Comicverso 
  • Everardo Ferrer/cofundador de Comikaze y articulista de Kamite 
  • David Méndez/cofundador de Comikaze y autor del blog Viñeta 33 
  • Jorge Tovalín/coeditor cofundador de Comikaze, ex editor en Bruguera 

Edición: Jorge Tovalín 
Apoyo técnico: Lyoko




Doug Jones posa con Comikaze #5 en una de sus visitas a México


CONTESTA Y GANA

  1. ¿Cuántas veces ha aparecido Hellboy en las portadas de Comikaze? ¿En qué números?
  2. ¿Qué relación existe entre Hellboy y el creador de Family Guy?
  3. ¿Qué miembro de Comikaze escribió artículos sobre el mignolaverso para los cómics de Bruguera?
  4. ¿Quién tradujo Hellboy para Bruguera Comic Books?
  5. Nombre de la historieta picante mexicana en que Hellboy hizo una aparición no autorizada
  6. ¿Qué frase resume la opinión de Alan Moore sobre el arte de Mike Mignola?
  7. ¿Para qué película dibujó el storyboard Mike Mignola?

  • Manda tus respuestas el lunes 21 de marzo a partir de las 10 de la mañana al correo revistacomikaze@gmail.com
  • El primero en contestar todas correctamente, ganará el paquete de cómics cortesía de La Torre de Babel y el cómic firmado por Mignola, cortesía de Comikaze
  • Incluye en tu correo nombre completo y domicilio. Usa el asunto Yo sí soy fan.