EL FACTOR MUTANTE/ EL MUCHACHO VASELINA DE TEPITO

Por Everardo Ferrer

Indiscutiblemente, Palmira Campaña es una gran ilustradora, lo que puede comprobarse en la portada de este volumen, que rinde un claro homenaje a El Chango García Cabral. Sin embargo, su trabajo con el arte secuencial no tiene los mismos resultados. Por principio, no hay un orden en los dibujos, pues no existen las viñetas, o al menos no los márgenes que definen al lenguaje del cómic, sino que se presentan imágenes con globos, que describen las acciones y los diálogos de los protagonistas.

El Muchacho Vaselina de Tepito ofrece una imagen almibarada de dicho barrio, prácticamente rescatada de la época de oro del cine mexicano, con personajes que rayan en la ingenuidad y hasta en la ternura, cuando debería moverse dentro de la hiperviolencia. Por supuesto que sabemos que en Tepito existe gente buena, pero el barrio en general es un círculo de vicio, delincuencia y corrupción, que aquí son pasados por alto, ofreciendo una visión más romántica y, por lo tanto, inverosímil.

La ambientación es totalmente anacrónica, pues los personajes se mueven como si estuvieran actuando en una película de los cuarenta o los cincuenta (¿Quién carachos usa vaselina para peinarse hoy en día?), pero quizás esa sea la intención de la artista, que probablemente sólo conozca el barrio de Tepito por referencias cinematográficas, aunque se presuman meses de investigación en el bien llamado Barrio Bravo. 

El diseño editorial de este título, queda a cargo de Renato Guerra, un experimentado artista en estas lides, pero a diferencia de los trabajos que le conocemos (e incluso en los que hemos llegado a colaborar) presenta algunas fallas en el resultado final.

El Muchacho Vaselina de Tepito, pretende ser una serie continua, aunque no sabemos de cuantos números. 
Contacto: Palmira.fixionauta.com