09 agosto, 2011

EL DIABLO ME OBLIGÓ/ NOVELA DE FRANCISCO HAGHENBECK

Por Jorge Tovalín


Conocido por los lectores mexicanos de cómic por su trabajo en títulos como Crimson, Alternation o por encabezar el reciente experimento colectivo Un mexicano en cada hijo te dio, entre varios otros proyectos historietiles, Francisco Haghenbeck (ganador del Premio Nacional de Novela Una vuelta de tuerca 2006 por Trago Amargo), lanzó hace poco, bajo el sello Suma de Letras, la novela El Diablo me obligó.

Y bien... ¿Por qué podría ser interesante este título para el público lector de cómics? 

El Diablo me obligó cuenta las andanzas de Elvis Infante, un personaje que casi al aparecer se vuelve entrañable. Afortunadamente el nombre del protagonista no es lo más exótico o interesante de este ex convicto con amplísima experiencia militar: Elvis Infante es un diablero, un cazador de demonios.

En un vaivén de espacios temporales y geográficos (la historia salta constantemente de Los Angeles a las montañas afganas), El Diablo me obligó nos sumerge en un submundo en el que la caza y tráfico de demonios y ángeles, así como las luchas clandestinas entre caribúes, querubines y demás seres celestiales (con apuestas millonarias de por medio) son el pan nuestro de cada día. Además, al pasar las páginas nos encontraremos con personajes que parecen sacados de un buen cómic de Frank Miller, como Mr. Nice Suit, un atractivo cura con un pegue tremendo, o Lil Gotik, una asesina nipona cosplayera.

Los lectores de cómic encontrarán muy gratas las variadas referencias y homenajes que Haghenbeck hace a ese clásico de las viñetas mexicanas llamado Operación Bolívar, creado por su colega Edgar Clement en los 90 y presentado originalmente en las páginas de Gallito Cómics.

Sin invadir o abusar de lo propuesto por Clement, Haghenbeck nos hace pensar (a propósito) que sus personajes cohabitan el mismo “universo” de Operación Bolívar, ése en el que la droga más poderosa y demandada está hecha con polvo de huesos de ángel. Sin duda esta suerte de crossover le da un sabor muy especial y familiar a la novela de Haghenbeck.


Como dato interesante, cabe mencionar que el nacimiento de El Diablo me obligó responde a una especie de reto entre Clement, Francisco Ruiz Velasco y el mismo Haghenbeck, quienes durante una reunión en Monterrey acordaron crear cada quien un proyecto acerca del tráfico de ángeles/ demonios y las peleas clandestinas entre estos seres. Mientras Clement tocó el tema en su Kerubim (Caligrama, 2007), Haghenbeck hizo lo propio en esta dinámica y muy entretenida novela, cuyos atractivos personajes ofrecen un intrigante mini universo que pide a gritos ser ¿por qué no? llevado a otros medios visuales.

*El Diablo me obligó se encuentra a la venta en librerías de prestigio.

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