Con motivo del estreno de la cinta animada de Boogie el Aceitoso en México, les presentamos un adelanto del próximo número de Comikaze, a la venta en un par de semanas en su tienda de cómics favorita. Esperamos disfruten el texto y se lancen a ver la cinta, que como amantes del personaje, recomendamos ampliamente.
BOOGIE EL ACEITOSO: LO NEGRO DEL NEGRO
Por Everardo Ferrer
Algunos negros son inevitables…como los judíos, los hispanos o los homosexuales. Pero la que yo integro es la comunidad racista más numerosa: la que detesta a los pobres.
Por Everardo Ferrer
Algunos negros son inevitables…como los judíos, los hispanos o los homosexuales. Pero la que yo integro es la comunidad racista más numerosa: la que detesta a los pobres.
-Boogie
Este título es sin duda todo un referente del historietismo latinoamericano, creación del artista y humorista argentino Roberto Fontanarrosa (1944-2007), conocido en el medio con el mote de El Negro, algo muy acorde con el tipo de humor que manejaba en sus trabajos. Boogie el Aceitoso es un personaje de verdadero arraigo para el público mexicano, ya que en nuestro país dio el salto para ser conocido en toda América Latina.
Tras debutar en 1972 en las páginas de la revista argentina Hortensia, sus primeras apariciones en México las hizo en las páginas de Revista de Revistas, a mediados de los 70, cuando ésta era dirigida por el escritor Vicente Leñero. En 1976, tras el golpe echeverrista al periódico Excélsior, para el cual se editaba dicha publicación, Julio Scherer fundó la revista Proceso, el semanario político de mayor importancia en el país.
Tras debutar en 1972 en las páginas de la revista argentina Hortensia, sus primeras apariciones en México las hizo en las páginas de Revista de Revistas, a mediados de los 70, cuando ésta era dirigida por el escritor Vicente Leñero. En 1976, tras el golpe echeverrista al periódico Excélsior, para el cual se editaba dicha publicación, Julio Scherer fundó la revista Proceso, el semanario político de mayor importancia en el país.
En 1977, a partir de su número 33, Boogie el Aceitoso se convirtió en un personaje indispensable para el título, en donde literalmente se adueñó de la última página hasta pasados los mil números de la publicación, cuando Fontanarrosa dejó de realizar la tira, en 1996.
Boogie El Aceitoso narra de manera paródica la vida de un ex militar convertido en mercenario, tras regresar de la guerra perdida en Vietnam, con todo el resentimiento y los traumas que identifican a esa generación. Boogie es el retrato de la mella que causó ese suceso en sus participantes. Aunque su nombre está claramente inspirado en el de Harry el Sucio, personaje cinematográfico que encumbró a Clint Eastwood, éste es un asesino a sueldo que hace de la violencia su modo de vida, con un concepto retorcido de la moral, quien se rige por la ley del mejor postor.
Sin embargo, Fontanarrosa nos ofrece a un personaje con una hijueputéz encantadora, al que el propio autor describió así:
Es un mercenario sin ideas políticas, un violento, un matón, un defensor del sistema de vida norteamericano, racista, mujeriego y machista, anti-héroe, anticomunista. Es un profesional eficiente, ese es su valor moral, se mueve de acuerdo con el dinero.
Las escenas de violencia en Boogie el Aceitoso son el sabor de la serie, pues lo mismo golpea mujeres que mata minorías, ya sea por mandato o por gusto. La ironía con que Fontanarrosa manejó el concepto rayaba en la genialidad, pues presentó lo que en términos psicoanalíticos se conoce como la honestidad del perverso. Pero Boogie también presenta algunos chispazos de sentimientos (aunque, para mucha gente puedan parecer aberraciones), motivaciones que hacen que él mismo se considere un tonto sentimental.
Como otro acierto innovador en el medio historietístico, el personaje maduró de forma gradual; no solamente su fisonomía cambió a lo largo de la serie, en donde empezó como un personaje esbelto, para terminar como uno más robusto, sino que de ser el protagonista directo de sus propias aventuras, al final era ya prácticamente el narrador de las historias de otros, y eso es algo pocas veces visto en la historieta.
En 1981, Proceso y la argentina Ediciones de la Flor, publicaron el libro Boogie en Proceso, cuyo bonus estaba representado por una entrevista realizada al autor a manos de Armando Ponce. Para 1997 se reeditó ahora con un prólogo de Carlos Monsivais, titulado La sátira de la violencia, así como una versión corregida y aumentada de la entrevista, en donde se manejaron las posibilidades tanto del regreso como de la muerte de Boogie, a lo que el artista rosarino apuntó:
En principio, yo creo que este sería un final lógico para un personaje tan violento como Boogie, aunque la experiencia de las tiras cómicas indica que uno no debe de matar a un personaje, pues no se sabe que va a pasar el día de mañana. En realidad nunca me planteé eso de la muerte, y si me lo hubiera planteado sería una muerte de verdad, no como la de Superman. No sé…Boogie está suspendido, pero claro, su final lógico sería una muerte violenta.
Lamentablemente, el autor no tuvo oportunidad ni de revivirlo ni de asesinarlo, pues en 1996, Fontanarrosa consideró que el ciclo de Boogie se había cumplido y no volvió a trabajar con él. De hecho, en los últimos años del personaje, las tiras fueron realizadas especialmente para el semanario político mexicano.
Otros sellos que han presentado a Boogie el Aceitoso en México son Editorial Nueva Imagen y Promociones Editoriales Mexicanas (Promexa), mientras que actualmente Todo Boogie el Aceitoso se consigue publicado por Ediciones de la Flor.
A casi tres lustros de estar fuera de circulación, Boogie ha vuelto las andadas, pero ahora en una película animada producida en conjunto por Illusion Studios (Argentina) y la revista Proceso. Fiel al espíritu de Fontanarrosa, esta producción animada conserva la violencia, que en 2D y 3D se vuelve más explícita.
Con un gran número de presentaciones en importantes festivales cinematográficos importantes del mundo y una campaña promocional por los eventos culturales más reconocidos del país, como son las Ferias del Libro, Boogie llega a las pantallas mexicanas.
A pesar de contar con un buen doblaje argentino, y probablemente con el afán de sentir un poco más nuestra la película, para su exhibición en México se recurrió a las voces de actores reconocidos que se identifican con los roles: Jesús Ochoa, el tira ojeis por excelencia del cine nacional, da vida a Boogie, mientras que una verdadera femme fatale, Susana Zabaleta, interpreta a Marcia, compañera del personaje en esta cinta.
Aunque Fontanarrosa ya no alcanzó a ver la transición de su personaje a la pantalla grande, el filme servirá para que las nuevas generaciones conozcan a Boggie el Aceitoso, disfruten de su violencia paródica y volteen los ojos hacia las tiras cómicas, para que así puedan vivir de primera mano sus aventuras y descubran porqué es una de las figuras más representativas del historietismo latinoamericano.
Datos Friki:
Los lectores de Proceso comenzaban su lectura en la última página de la revista, donde aparecía Boogie, muchos años antes de la llegada del manga (y su característico modo de lectura) a México.
Vinny el Perro de la Balbuena, personaje policiaco del mexicano Bachan, ha sido comparado con el europeo Blacksad. Lo cierto es que el popular can está influido por Boggie el Aceitoso, debido a que su autor es gran admirador de Fontanarrosa.
Boogie El Aceitoso narra de manera paródica la vida de un ex militar convertido en mercenario, tras regresar de la guerra perdida en Vietnam, con todo el resentimiento y los traumas que identifican a esa generación. Boogie es el retrato de la mella que causó ese suceso en sus participantes. Aunque su nombre está claramente inspirado en el de Harry el Sucio, personaje cinematográfico que encumbró a Clint Eastwood, éste es un asesino a sueldo que hace de la violencia su modo de vida, con un concepto retorcido de la moral, quien se rige por la ley del mejor postor.
Sin embargo, Fontanarrosa nos ofrece a un personaje con una hijueputéz encantadora, al que el propio autor describió así:
Es un mercenario sin ideas políticas, un violento, un matón, un defensor del sistema de vida norteamericano, racista, mujeriego y machista, anti-héroe, anticomunista. Es un profesional eficiente, ese es su valor moral, se mueve de acuerdo con el dinero.
Las escenas de violencia en Boogie el Aceitoso son el sabor de la serie, pues lo mismo golpea mujeres que mata minorías, ya sea por mandato o por gusto. La ironía con que Fontanarrosa manejó el concepto rayaba en la genialidad, pues presentó lo que en términos psicoanalíticos se conoce como la honestidad del perverso. Pero Boogie también presenta algunos chispazos de sentimientos (aunque, para mucha gente puedan parecer aberraciones), motivaciones que hacen que él mismo se considere un tonto sentimental.
Como otro acierto innovador en el medio historietístico, el personaje maduró de forma gradual; no solamente su fisonomía cambió a lo largo de la serie, en donde empezó como un personaje esbelto, para terminar como uno más robusto, sino que de ser el protagonista directo de sus propias aventuras, al final era ya prácticamente el narrador de las historias de otros, y eso es algo pocas veces visto en la historieta.
En 1981, Proceso y la argentina Ediciones de la Flor, publicaron el libro Boogie en Proceso, cuyo bonus estaba representado por una entrevista realizada al autor a manos de Armando Ponce. Para 1997 se reeditó ahora con un prólogo de Carlos Monsivais, titulado La sátira de la violencia, así como una versión corregida y aumentada de la entrevista, en donde se manejaron las posibilidades tanto del regreso como de la muerte de Boogie, a lo que el artista rosarino apuntó:
En principio, yo creo que este sería un final lógico para un personaje tan violento como Boogie, aunque la experiencia de las tiras cómicas indica que uno no debe de matar a un personaje, pues no se sabe que va a pasar el día de mañana. En realidad nunca me planteé eso de la muerte, y si me lo hubiera planteado sería una muerte de verdad, no como la de Superman. No sé…Boogie está suspendido, pero claro, su final lógico sería una muerte violenta.
Lamentablemente, el autor no tuvo oportunidad ni de revivirlo ni de asesinarlo, pues en 1996, Fontanarrosa consideró que el ciclo de Boogie se había cumplido y no volvió a trabajar con él. De hecho, en los últimos años del personaje, las tiras fueron realizadas especialmente para el semanario político mexicano.
Otros sellos que han presentado a Boogie el Aceitoso en México son Editorial Nueva Imagen y Promociones Editoriales Mexicanas (Promexa), mientras que actualmente Todo Boogie el Aceitoso se consigue publicado por Ediciones de la Flor.
A casi tres lustros de estar fuera de circulación, Boogie ha vuelto las andadas, pero ahora en una película animada producida en conjunto por Illusion Studios (Argentina) y la revista Proceso. Fiel al espíritu de Fontanarrosa, esta producción animada conserva la violencia, que en 2D y 3D se vuelve más explícita.
Con un gran número de presentaciones en importantes festivales cinematográficos importantes del mundo y una campaña promocional por los eventos culturales más reconocidos del país, como son las Ferias del Libro, Boogie llega a las pantallas mexicanas.
A pesar de contar con un buen doblaje argentino, y probablemente con el afán de sentir un poco más nuestra la película, para su exhibición en México se recurrió a las voces de actores reconocidos que se identifican con los roles: Jesús Ochoa, el tira ojeis por excelencia del cine nacional, da vida a Boogie, mientras que una verdadera femme fatale, Susana Zabaleta, interpreta a Marcia, compañera del personaje en esta cinta.
Aunque Fontanarrosa ya no alcanzó a ver la transición de su personaje a la pantalla grande, el filme servirá para que las nuevas generaciones conozcan a Boggie el Aceitoso, disfruten de su violencia paródica y volteen los ojos hacia las tiras cómicas, para que así puedan vivir de primera mano sus aventuras y descubran porqué es una de las figuras más representativas del historietismo latinoamericano.
Datos Friki:
Los lectores de Proceso comenzaban su lectura en la última página de la revista, donde aparecía Boogie, muchos años antes de la llegada del manga (y su característico modo de lectura) a México.
Vinny el Perro de la Balbuena, personaje policiaco del mexicano Bachan, ha sido comparado con el europeo Blacksad. Lo cierto es que el popular can está influido por Boggie el Aceitoso, debido a que su autor es gran admirador de Fontanarrosa.
2 comentarios:
aaaaaayh dios, llegó la hora de los cebollazos, pero será corta. Que buen texto, me cae, siento envidia al ver tanto oficio y corazón desplegados!!!
Ayer la vi y puedo decir: me tocó leer a Boogie en un par de ocasiones en el Proceso y siempre he querido el TODO BOOGIE, hoy iré por él ¿quién dijo que las películas no venden cómics, eh?
Me gustó mucho, hubiera preferido verla en "argentino", la sentí un poco larga, la animación es guapifea, pero termina por cautivar, eso sí, me quedó la duda ¿de verdad Boogie, como personaje era gringo?
Neta es una GRAN alternativa justo ahora que se estrenó Alicia y va a ser imposible ir al cine por un tiempo, de hecho ayer en el cinemex nos felicitaron por preferir la película de Boggie a la opción obvia y sobredemandada.
Por cierto: que rifado recuerdo en papel trajiste a presumir acá en el blog, CUIDALO MUCHO!!!!
jajajaja esa descripción de leer el Proceso primero por la página de atrás me trajo recuerdos de la infancia, yo lo hacía, y lo mismo con la Chora Interminable en La Jornada Semanal, e realidad era todo lo que leía de ambas publicaciones hace muuuchos años.
Si, Boogie es gringo, o lo deja en el sobre-entendido, con eso de que combatió en Vietnam. Todo Boogie es una gran recopilación, sobre todo por la última historia que es inédita y es de la prehistoria del personaje, sólo ¡cuidado! Una vez comezado es difícil dejarlo...
Saludazos a todos.
Publicar un comentario