Por Everardo
Ferrer
Foto: Historieta Mexicana
El pasado fin de
semana fue inaugurado el mural de Los Héroes de la Historieta Mexicana ,
que ha causado opiniones encontradas entre admiradores, artistas y gente del
medio. Por principio de cuentas, no se sabe en que se basó la elección de los
personajes, pues entre los seleccionados hay algunos que no tuvieron gran
trascendencia en la industria editorial (cuando esta existía) y otros que ni
siquiera son personajes mexicanos.
Si la temática era
Héroes de Historieta Mexicana, ¿Por qué hay personajes que no son propiamente
héroes, sino sólo protagonistas de sus propios títulos? ¿Por qué no solamente dejarlo en Personajes de la Historieta Mexicana ?
Es evidente que no se contó con una asesoría pertinente ni con un trabajo de
investigación bien realizado. Probablemente la elección estuvo basada en un
gusto personal, lo que justificaría la ausencia de muchísimos personajes, así
como la inclusión de otros tantos que no entran en la categoría
heroica.
Es cierto que es una
buena iniciativa, pero hay que aceptar que no llegó a buen puerto. No puede
compararse esta obra con un Siqueiros, con un Rivera, lo que parece ser la
percepción de mucha gente, cuando hay trabajos mucho mejor pintados en las bardas de
los jardines de niños, en salones de fiestas infantiles o en las fachadas
de las atracciones de una feria de barriada. Lo que pretendía ser un mural,
quedó sólo en una pinta, de esas que se cuentan por docenas en la ciudad capital.
De ninguna manera se
trata de denostar el trabajo realizado y el esfuerzo que se invirtió en la
realización de la obra, pero ¿en verdad creen que esa pared pintada merezca ser
reconocida como El Mural de los Héroes de la Historieta Mexicana ?
Si bien se le puso mucho empeño, su calidad artística es bastante pobre. No es
posible que un trabajo así se considere siquiera como un
atractivo turístico y considerar que la calle en la que se ubica se
transforme en un corredor cultural, que es lo que se ha planteado.
Se puede aplaudir la
idea y la intención, pero definitivamente, no la obra final. Si ya se contaba
con el espacio, el permiso, la proyección mediática (que desde un inicio le
brindó la página de Facebook Historieta Mexicana, de Edmundo Sánchez) y los recursos para hacer el
mural, ¿por qué no hacerlo bien desde el principio y recurrir a
dibujantes con experiencia (preferentemente rotulistas, que seguramente en el
barrio habrá) que respetaran los trazos de los artistas originales de los
personajes, para que el espectador no tuviese que adivinar quiénes son?
Pero el proyecto se puede
retomar, ya que la idea es muy buena; planearlo bien y dedicarle el tiempo que
un trabajo como este merece (tres días no son suficientes, de ahí parte de los
deplorables resultados), para que la obra tenga la calidad y el cuidado adecuados y entonces sí, pueda ser reconocida como un trabajo digno de admirarse y
de presumirse, y no sólo ser visto como una curiosidad, una pinta que provoca
pena ajena, un muro de lamentaciones al que ni la nostalgia puede aminorar su fealdad.
* El mural se encuentra en Callejón Mariana R. del Toro de Lazarín, esquina con República de Chile, en el Centro Histórico de la ciudad de México.
1 comentario:
Que penal, el mural parece un trabajo 100% amateur
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