31 diciembre, 2011

2011: NUESTROS CÓMICS FAVORITOS

Santiago Fernández
En buena medida gracias a cierta compañía distribuidora que finalmente le dio por, valga la redundancia, distribuir cómics europeos que por algún arcano motivo acostumbraban a embodegar desde el año 2000, fue que en 2011 las librerías mexicanas se sintieron como europeas, ofertando (con la excusa de la novela gráfica) todo tipo de cómic nacional, gringo y europeo en carismáticas secciones especializadas.

Lamentablemente, la inflación que no quedó congelada en bodega hizo estos materiales algo caros, además de que la distribución (aun en librerías de la misma cadena) fue bastante arbitraria; ya que no se encontraba el mismo material en dos locales diferentes.

En este contexto, como parece que nunca puedo evitarlo, mi lista de lo mejor del año es bastante atemporal y puede incluir material de hace más tiempo. Eso sí, todo el material presentado es adquirible en nuestro país, por lo que queda prohibido a los lectores recitar es que en México estamos limitados para conseguir lecturas clásicas o contemporáneas de importancia para el medio.

Animal Man, por Jeff Lemire y Travel Foreman. A pesar de que los personajes elementales con los que se forjó el subsello Vertigo regresaron a formar parte del recién regenerado universo superheroico de DC Comics, Animal Man encontró en el otrora historiestista indie Jeff Lemire a un autor a quien se le facilita toparse con el equilibrio entre la oferta comercial del New 52 sin perder el toquecito que Buddy Baker adquirió hace ya más de una decena de años con las nada desestimables versiones guionizadas de Jamie Delano y Grant Morrison  
Con el buen sabor de boca que deja Animal Man, es imposible no curiosear en Frankenstein: Agent of S.H.A.D.E (desde el título una especie de sátira y género mixto entre Nick Fury: Agent of S.H.I.E.L.D y los monstruos de la Universal) el cual, un poco en la vena de Hellboy, resulta también bastante accesible y divertido. Por parte de Vertigo, del autor canadiense también se puede leer la inquietante Sweet Tooth y, para quien tenga ganas, se puede encontrar también Essex County, material en la vena más autoral y arty de la que proviene el canadiense.  
Génesis, por Robert Crumb. Con una edad en la que Crumb ya podría sacar credencial del INAPAM, ¿Qué le queda al gran y excéntrico autor para continuar con una obra que básicamente ha girado en torno a sí mismo y sus perversiones sexuales? ¿Qué más que el Antiguo Testamento, lleno de historias épicas con mucho sexo, traición y muerte? Si tuviera hijos, ésta es la versión del Génesis que les daría para las charlas dominicales en la iglesia. 
Álbumes varios de Corto Maltés, por Hugo Pratt. Ciertamente no son siquiera reediciones de este año, pero se encuentran en librerías tanto las versiones de gran formato a color y pasta dura, como también los tres cofrecillos con las aventuras completas en formato compacto del alter ego de Hugo Pratt: el marinero medio gitano Corto Maltés. Se trata de una lectura que satisface a los lectores serios de literatura y de la cual un gran porcentaje de los autores nacionales deberíamos de aprender una u dos cosas sobre estructura narrativa y desarrollo de personajes. Ante la posible restricción económica de escoger un solo título, por importancia se recomienda La Balada del Mar Salado, Fábula en Venecia, Aventura en Siberia, La Casa Dorada de Sarmakanda y Mu.  
El Perseguidor, por Julio Cortázar y José Muñoz. No es un cómic per se, sino más bien la clásica noveleta inspirada en Charlie Parker que dio notoriedad a Cortázar en los años 60, ahora ilustrada por la prodigiosa mano de uno de los dibujantes más admirados y fusilados de la historia del medio. A falta de Alack Sinner y considerando que con Holly Terror a Frank Miller (su principal y más talentoso imitador) ya se le puede declarar como un insano ultraderechista dedicado a la propaganda, cualquier cosa con dibujos del seminal Muñoz amerita su inmediata adquisición.  
The Black Diamond Detective Agency, de Eddie Campbell. La versión en castellano editada este año por Astiberri también es un motivo de estudio en cuanto a lo que es contar una historia, en este caso un western que termina siendo un noir gangsteril con el que Campbell elucubra tremendas subtramas con forajidos, agentes federales, detectives, billetes falsos, bombas, conspiraciones y espectaculares balaceras. La edición lamentablemente no es perfecta, pues algunas páginas están mal suajadas. Lee más de Screamland en Comikaze #15 (enero 2012). Existe un trailer animado en http://youtu.be/Fsd-36YFQ_c
    Jorge Tovalín 
    The Rocketeer Adventures
    Con un ramillete de creadores distinto en cada número, incluyendo a nombres como Kurt Busiek, Mike Allred, John Cassaday, Mark Waid, Geof Darrow, Dave Gibbons o Chris Weston, y portadas hermosas a cargo de Alex Ross, este título independiente es un portento de arte, acción y humor. El gran acierto de este experimento de IDW es que no se enfoncó en crear una continuación para la historia del joven piloto Cliff Secord, sino que prefirió dar cabida a numerosas aventuras breves, en las que el hombre cohete igual tiene que lidiar con sus problemas de pareja, como pelear contra bravucones y hasta espías nazis que utilizan aparatos de vuelo similares. Un gran homenaje de muchos de los mejores artistas del medio a la creación del finado Dave Stevens.  
    Sergio Aragonés Funnies, de...obvio, Sergio Aragonés.  No fue a Marvel, no fue a DC, a Dark Horse o a Image. Fue a la gente del minúsculo sello Bongo Comics a la que se le ocurrió la brillante idea de darle un título propio al famoso dibujante de Mad, para dejarlo hacer lo que quisiera. Tal como le expresé en una breve carta (que afortunadamente fue publicada en las páginas del segundo o tercer número del cómic), el maestro Aragonés debe ir haciendo espacio en alguna de las paredes de su hogar, pues seguramente esta antología de ocurrencias y vivencias cómicas (varias de ellas sucedidas en México) le valerán un premio Eisner el próximo verano. Una belleza de cómic.  
    American Vampire, de Scott Snyder y Rafael Albuquerque. Editado por Vertigo, por segundo año consecutivo se encuentra en mi lista de lo mejor que he leído en los pasados meses. El suspenso no ha decaído ni un solo momento a lo largo de la serie y los lectores seguimos debatiéndonos entre odiar o amar a Skinner Sweet, el vampiro-a veces villano-a veces antihéroe- de esta genial serie. Un gran cómic. 
    Punisher Max, por Jason Aaron y Steve Dillon. Simplemente, el cómic más divertido que compro actualmente. No importa cuántas historietas me lleve en mi visita a la tienda de cómics, cinco, diez o quince, Punisher Max es siempre la primera que abro, pensando ¿Y ahora qué carambas irán a hacer estos locos? Violencia, sadismo, humor negro, gore, sexo (¿Kingpin y Elektra?), brutalidad y más tripas hacen que después de leer un número de este cómic, uno se chupe la sangre de los dedos y se quede esperando, impaciente, la siguiente entrega. Mientras en Kick-Ass 2 la violencia se siente forzada, apantallabobos y metida con el mero fin de sorprender, asustar o disgustar, en Punisher Max se siente, extrañamente, genuina y natural. 

    Space Warped, de Hervé Bourhis y Rudy Spiessert. Editado por el sello indie Kaboom!, se trata de la traducción del cómic francés Naguère les étoiles, también conocido como Rustic Wars en otras latitudes. Por pura curiosidad compré el número dos de esta divertidísima parodia de Star Wars, y terminé cazando el resto de la miniserie de seis números. Desarrollada en un ambiente de fantasía medievaloide, Space Warped visita prácticamente cada escena y personaje importante de la trilogía original de George Lucas, para darle un giro humorísitico en verdad simpático, presentándonos las aventuras de la princesa Leica, Jean-Luc Groundwalker, Al Alone y el malvado Salvador (Sal Veidor). Un feliz hallazgo. 
    Ultraduck, de Edgar Delgado y Omar Lozano. Editado por el sello canadiense Arcana, este tomo representó el regreso de uno de los personajes más populares del cómic mexicano en la década de los 90. Su historia, divertida y dinámica, se dio el lujo de revisar el origen del personaje para presentarlo a las nuevas generaciones. El arte de Omar Lozano y el color de Graphikslava son de primerísima categoría. Vaya que valió la pena la espera, por lo que esperamos que no sea la última vez que el Pato surque los cielos. Ahora, como Edgar Delgado lo ha señalado, hay que esperar el regreso de Valiants, el otro clásico comiquero de su creación.
    50 Girls 50, de Doug Murray, Frank Cho y Axel Medellín. Editado por Image, no sólo se trata de una miniserie importante por contar con el arte del tapatío Axel Medellín (quien compitió contra más de 150 artistas en el concurso que definió al artista encargado de este título), sino que en verdad es un cómic de ciencia ficción divertido, muy intrigante y sexy, cuya principal fortaleza es la credibilidad de los personajes y sus relaciones interpersonales.
    El Maizo, la Maldición de Vástago, de Augusto Mora. Editado por Jus, fue uno de los dos proyectos ganadores del Primer Premio de Novela Gráfica convocado por dicho sello (el otro fue Mundo Invisible, de Patricio Betteo). Si bien se trata de una compilación del webcómic de Mora, pocas veces una historieta mexicana en este formato me había obligado a leerla de principio a fin. El arte es precioso, así como el diseño de personajes. Apoyado en el imaginario indígena y una buena dosis de investigación documental y de campo, el joven Augusto, a quien es obligado seguirle la pista, nos presentó una historia por demás recomendable. 
    Agustín "Pepper" Amezcua

    Peanuts #0, de Kaboom! A pesar del deseo de Charles Schulz de no volver a publicar Peanuts después de su muerte, la división infantil de Kaboom! atacó con esta nueva serie que reimprime material clásico y presenta historias nuevas. Una jugada nostálgica, pero ampliamente recomendable. 
    Sergio Aragonés Funnies, de Bongo Comics. El dibujante más veloz de la Tierra entregó este cómic de humor puntual y filoso. Aragonés nos recibe como el anfitrión al comienzo de cada número y nos lleva a través de pasajes de su vida en México con ese humor y estilo que tanto lo ha caracterizado y que lo hacen un título indispensable. 
    Teenage Mutant Ninja Turtles, de IDW Publishing. Una jugada más de la añoranza por los 80, pero esta vez orquestada por una de las manos creadoras: Kevin Eastman. Contándonos la historia de las tortugas una vez más, pero de una manera completamente distinta, nos presenta personajes en papeles totalmente opuestos a los que conocíamos la hacen una trama fresca y disfrutable ¿Y el kowabunga? Bueno, eso es historia antigua. 
    Screamland Vol. 2, de Harold Sipe y Hector Casanova. Editado por Image Comics, un nuevo ataque de monstruos llega a las viñetas y esta ocasión el pasado intenta alcanzarlos otra vez. Acompañamos a nuestros decadentes amigos a través de un viaje de excesos y lamentaciones…bueno, nadie dijo que el precio de la fama añeja disminuía. Lee más de Screamland en Comikaze #15 (enero 2012). 
    Rocketeer Adventures, de IDW Publishing. La icónica creación de Dave Stevens regresó en esta miniserie gracias a varios de los grandes nombres del cómic moderno,  que celebraron el legado de Stevens. Un must have para los amantes de la ciencia ficción  y la aventura. 
    B.P.R.D.  The Dead Remembered, de Mike Mignola. Editado por Dark Horse Comics. Todos conocemos el origen de Liz Sherman, pero... ¿Alguna vez hemos oído acerca de su primera misión? Mignola nos hace partícipes de ella en esta miniserie de tres números donde se dio a conocer la conexión entre Sherman y el B.P.R.D., así como su primer encuentro con Hellboy
    Enrique "Spike" Puig                                 
    Uncanny X-Force. Un cómic impresionantemente bien escrito, cargado de acción, psicología y muchas ideas frescas. Y el arte no se queda nada atrás.   
    Rachel Rising. Terry Moore toma la intriga y el horror, y demuestra que no hay nada que él no pueda hacer. 
    Daredevil. Un home-run de Mark Waid, quien ha regresado al  hombre sin miedo a una nota más ligera pero  sorprendentemente divertida. 
    Artifacts. Ron Marz toma las riendas del universo Top Cow y lo lleva a lugares legendarios que envidiarían DC y Marvel. 
     




    Eduardo Arredondo
    Historias sobre el fin del mundo y otras patrañas, de Trino. José Trinidad Camacho (Trino pa’ los cuates) te hará pasar un maravilloso rato con su humor irreverente, burlándose de toda clase de predicciones, ya sean serias o fantasiosas por igual. El jalisciense expone la reacción de varios personajes en diversos escenarios del fin del mundo, pintándote una sonrisa en cada uno de ellos, haciendo que esta idea (para muchos) odiosa sea más llevadera con un poco de humor ácido. 

    JLA: Realworlds, de J.M. De Matteis y G.L. Barr. Sí, ya sé, este título salió a principios de siglo, pero lo pongo en este espacio por lo siguiente: Al ser parte de las ofertas de Editorial Vid este año, no pude evitar el adquirirlo de nuevo, ya que hace algún tiempo lo preste y jamás regresó a mis manos. Releerlo fue como reencontrarme con un viejo amigo del cual no tenía noticias desde hace tiempo. Me envolvió de nuevo su ilustración y su historia, que evoca a un grupo de chiquillos que gustaban de jugar a ser superhéroes, y que al crecer tienen una segunda oportunidad de reencontrarse con su niño interior y fantasear. 

    Visiones y evasiones, de Cecilia Pego. ¿Qué se puede decir de una mujer que lo tiene todo: belleza, talento y una mente llena de ingenio capaz de crear mundos sórdidos en blanco y negro?  Pues ahora gracias al sello Resistencia podemos tener a la mano en una sola publicación lo más representativo de la carrera de Cecilia Pego en su andar por este nada sencillo mundo historietístico mexicano y que lo ha hecho bastante bien. Aquí encontrarás al Dr. Sarcasticus, a Terrora, a Madame Mactans y muchos otros personajes, todos ellos manejados con exquisito humor negro, dejándonos ver que en el mundo de la autora todo es posible. 

    Rarotonga. Publicado por Editorial Vid, es una de las historietas clásicas y favoritas del público mexicano, la cual está de vuelta en los puestos de periódicos. La historia de Guillermo de la Parra, que habla de las aventuras de una hermosa mujer de rasgos felinos, originaria de una isla tropical y con una belleza capaz de seducir a la mayoría de los mortales, tiene el reto de conquistar a una nueva generación de lectores y recuperar a sus viejos admiradores. Aunque ya no sale cada martes (como rezaba el estribillo de la canción de Café Tacuba), aparta tus diez pesitos y adquiérela.

    UPDATE:
    Mauricio Matamoros
    Neonomicon (A. Moore y J. Burrows), Scarlet (B. M. Bendis y A. Maleev), S.H.I.E.L.D. (J. Hickman y D. Weaver), Scalped (J. Aaron y R. Guera), Punisher MAX (J. Aaron y S. Dillon) y Love and Rockets: New Stories (G. y X. Hernández), Black Jack (O. Tezuka): Todas estas series formaron parte de lo mejor del 2010, y continuaron con un nivel bárbaro durante 2011. Moore y Burrows concluyeron su cruento relato lovecraftiano; Hickman y Weaver siguieron alucinando con las posibilidades protohistóricas del Universo Marvel; Aaron y Guera siguieron construyendo el mejor thriller en cómic desde hace varios años, y junto a Dillon, Aaron llevó a niveles de violencia inesperados al Castigador, mientras los Hernández nos estregaron otra joya impoluta con el volumen 4 de Love and Rockets New Stories, y el Black Jack de Tezuka continuó impactando con su riqueza anecdótica.
    Y ya en desorden total, lo siguiente:
    The Eyes of the Cat, de A. Jodorowsky y Moebius. Aunque poco conocida, ésta se trata de una de las grandes obras de la historieta, realizada en 1977 por estos maestros. Una historieta sin diálogo y con elocuencia narrativa, que hace cosa de un mes fue reeditada en edición de lujo, limitada (tan sólo 750 copias) y en gran formato. Increíble.

    The Metabarons, de Alexandro Jodorowsky y Juan Giménez. La saga de esta space opera no es extraña a los lectores del mundo; sin embargo, en Estados Unidos no se había tenido una publicación en su formato original de dimensiones de álbum francés y sin censura. Ahora Humanoids publicó una recopilación completa en una edición Absolute de mil ejemplares, y el resultado es bellísimo.
    Swamp Thing, Animal Man, Justice League Dark, Batman, Action Comics, I, Vampire: El suceso de 2011 en términos comerciales fue el New 52, el relanzamiento del Universo DC como estrategia para encontrar nuevos públicos. No todos los títulos han sido rescatables; pero sí nacieron varios que han sido muy interesantes como los que se mencionan en esta entrada: Scott Snyder creó grandes momentos en ST y Batman; Jeff Lemire parece estar rememorando la gran etapa de Jamie Delano en Animal Man; Peter Milligan ha logrado balancear notablemente un superequipo de personajes fatalistas en Justice League Dark; Morrison rescata una vez más la esencia del Hombre de Acero; mientras que I, Vampire ha sido un cómic de vampiros inesperado.
    Witch Doctor, de Brando Seifert y Lukas Kettner. Últimamente, los autores de cómic de horror se toman muy en serio sus series, y se encuentran en un problema cuando no les quedan muy bien…Seifert y Ketner, nóveles autores, se lo toman hasta con buen humor, y el resultado es una serie extraordinaria. Ya queremos ver su miniserie del 2012. 

    Crossed 3D y Crossed Psychopath. David Lapham, sin duda, se reveló como uno de los guionistas más peligrosos del cómic estadounidense con su versión de Crossed, creado por Garth Ennis y Jacen Burrows. Acompañado por los dibujantes Raulo Cáceres y Gianluca Pagliaraini presentó dos de las historias más violentas que se hayan visto en cómic, ya sea por actos no consumados en este medio hasta entonces o por reproducir otros en 3D. Como en Primer Impacto: hay que verlo para creerlo.
    The Ultimates, de J. Hickman y E. Ribic. Aquí vemos qué sucede cuando se alían uno de los guionistas más propositivos de cómics de superhéroes al momento y uno de los dibujantes más perfectamente estilizados. El resultado es un cómic de superhéroes de proporciones épicas perfectas.

    Hellraiser, de Clive Barker, Chistopher Monffete, Leonardo Manco y otros. Tras dos décadas de la primera y única serie basada en los personajes de Barker, Boom regresó con esta serie que continúa con estos mitos y con el mismo Barker como capitán. Muy buen en general, y con algunos momentos realmente inolvidables.

    Lychee Light Club, de Usamaru Furuya. Esta obra de marcado tono nihilista es un sobresaliente trabajo de Furuya, mangaka que ha brillado en la escena independiente nipona y que afortunadamente está llegando a occidente a través de las traducciones al inglés del sello Vertical. Su adaptación al clásico de la literatura japonesa No Longer Human, también ha comenzado su publicación.

     Xombi, de John Rozum y Frazer Irving. Una de las grandes pérdidas del antiguo orden en DC, tras la llegada de New 52. Las coloridas imágenes de Irving le dieron dimensión a las surrealistas historias que Rozum retomó de una serie que escribió una página importante hace cerca de quince años.
    Loose Ends, de Jason Lattur y Chris Brunner. Una historia de hampones y crímenes en Miami, con el dramatismo necesario y una realización gráfica extraordinaria y espectacular, definida por la importancia en el diseño que han respaldado los esfuerzos editoriales de Brian Stelfreeze, Doug Wagner, Jason Pearson y Cully Hamner.

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