06 enero, 2011

JACK KIRBY: LA DIESTRA DE DIOS

*El siguiente artículo fue publicado originalmente en el cuarto número de Comikaze (febrero 2008). Aprovechando el Día de Reyes, quisimos recordarlo con ustedes.
Por Martín Arceo

La historieta estadunidense tuvo un rey: Jack Kirby (28 de agosto de 1917- 6 de febrero de 1994). Dibujantes de moda van y vienen, pero nadie se le ha acercado a este pilar de la ilustración narrativa, que dibujó lo mismo cómics de romance que de animalitos. Pero su huella indeleble en los medios fue a través de su trabajo en las historietas de superhéroes.

Kirby dio vida con sus imágenes a la Era Marvel de los cómics, complementando la rica y grandilocuente prosa del guionista Stan Lee, quien atinadamente lo bautizó con el sobrenombre El Rey. La historieta estadunidense actual, así como la industria cinematográfica gringa, no podrían concebirse sin ambos creativos, que crearon los conceptos básicos del éxito de 2008 en la pantalla grande: Iron Man, así como de X-Men, Hulk y Fantastic Four. Por si fuera poco, Kirby diseñó el traje original de Spider-man, si bien los primeros números del cómic fueron realizados por Steve Ditko.
Kirby también realizó series de vaqueros, guerra y ciencia ficción. Al igual que Antonio Gutiérrez (el más grande ilustrador mexicano de historietas, inmortal por su trabajo en Lágrimas y risas, con libretos de Yolanda Vargas Dulché), Kirby citaba entre sus influencias a Milton Caniff (autor de Terry and the Pirates), Hal Foster (Prince Valiant) y Alex Raymond (Flash Gordon).
Y lo mismo que Gutiérrez, Kirby no sólo incursionó en los cómics, sino en los dibujos animados. Mientras el primero fue un pionero de la televisión mexicana (con la animación de un búho que se utilizó para cerrar las transmisiones de Canal 5), Kirby diseñó las primeras caricaturas de Fantastic Four para los estudios Hanna-Barbera, además que sus dibujos originales se usaron para una serie televisiva de superhéroes en la cual los muñequitos apenas se movían (que si acaso tiene un valor, es precisamente por las figuras de Kirby, y por el hecho de que en el doblaje mexicano participaron Jorge Arvizu El Tata y Polo Ortín, entre otros).
Asimismo, en la década de los 80, Kirby trabajó para la serie de dibujos animados Thundarr the Barbarian, aunque el autor original de los diseños del programa fue otro maestro del medio, Alex Toth (responsable de Space Ghost y Birdman, entre otras caricaturas).
Presentar en detalle la obra completa de Kirby es una labor digna de un libro entero. Fue protagonista de la historia del cómic estadunidense desde los mismos inicios del medio, y laboró incansable hasta que en mala hora, para sus últimos años, fue aquejado por artritis precisamente en la mano derecha. La enfermedad le causaba dificultad y dolor al dibujar, una condena terrible para quien creó universos enteros, poblados de héroes y villanos, todos con virtudes, defectos y cualidades más grandes que las de los hombres normales.

Contemporáneo de Will Eisner (autor de The Spirit), su carrera despegó al lado de éste, quien era cabeza de un estudio que hacía historietas que se vendían en paquete a las editoriales que en la segunda mitad de la década de los 30 no se daban abasto para satisfacer a un mercado que (a diferencia del actual) no debía competir con cine, televisión, videojuegos e Internet para hallar a un público ávido de vivir aventuras con héroes dibujados sobre papel.
Posteriormente comenzó a colaborar con el guionista Joe Simon, y ambos crearon al Captain America para la editorial Timely, que con el paso de los años se volvió Marvel. De ahí pasó a National Comics (mucho antes de que la empresa llegara a ser lo que hoy es DC), y luego a Harvey, compañía hoy desaparecida que se hizo famosa por sus publicaciones Richie Rich (Riqui Ricón) y Casper (Gasparín el fantasma amistoso), aunque Kirby nunca trabajó con esos personajes.
Después laboró para diversas editoriales, hoy desaparecidas, en series de romance y vaqueros, hasta que en los 50 volvió a National, donde creó a los Challengers of the Unknown, grupo de aventureros cuyo nombre significa literalmente retadores de lo desconocido, a los cuales en México se conoció con el apelativo más genérico de Los Temerarios, en las reimpresiones de la hoy mítica Editorial Novaro. Kirby también dibujó las aventuras del arquero Green Arrow.
Luego volvió a Marvel… y la historieta jamás volvió a ser lo mismo en Estados Unidos.
Hay quien reclama a Stan Lee no tener más mérito que poner palabras en relatos creados fundamentalmente por Kirby, e incluso es leyenda que sin más que la sinopsis de cuatro palabras Make them fight God (Que peleen con Dios), que Stan Lee le entregó, El Rey realizó los números 48, 49 y 50 de Fantastic Four, en los que El guapo Ben y amigos combaten a Galactus, el devorador de mundos.

No existe una versión definitiva sobre el rompimiento entre Lee y Kirby, más todo apunta a diferencias en cuanto a dinero y derechos de autor. El hecho es que Kirby ingresó a DC en 1970, donde creó The New Gods (Los Nuevos Dioses), que ocupan un nicho especial en el universo que comparten Batman y Superman. Asimismo, dio vida en esta editorial a personajes como OMAC, El demonio Etrigan y Kamandi.

Tras un breve regreso a Marvel, laboró para televisión, y posteriormente apoyó a la naciente editorial Pacific Comics, que publicó su serie Captain Victory and the Galactic Rangers (Capitán Victoria y los Llaneros Galácticos), y al tronar esta empresa, hizo sus últimos trabajos para la compañía Topps.

Toda esta diatriba y esbozo de narración biográfica tienen un propósito último: celebrar la vida de un hombre dedicado hasta el último momento a narrar historias con dibujos, que creó universos y seres para poblarlos, mujeres y hombres de papel con características morales más altas y más bajas que las tuyas y las mías.

Pocos mexicanos tuvimos el gusto de tratarlo personalmente, así fuera unos minutos, segundos apenas, que fueron suficientes para convencernos del amor que tenía a su trabajo, y el agradecimiento que sentía hacia sus fans.
Cuando JG Holguín se le acercó a saludarlo a nombre de los comiqueros mexicanos, Kirby, con la temblorosa diestra quemada por la cera que se aplicaba para mitigar el dolor que le infligía la artritis, le obsequió sin que se le pidiera, un autógrafo que se publicó en La Era Marvel, columna que Holguín escribía para El Hombre Araña Presenta, serie publicada por Novedades Editores.

Esperemos que en nombre de su ejemplo, creadores y lectores mexicanos demos un nuevo surgimiento al cómic nacional, que como la fantasía, puede cambiar (incluso si su nicho es el píxel y no el papel), pero no desaparecer.

*Conocido como la otra cara de la CONQUE, Martín Arceo ha destacado como promotor de la cultura del cómic, ya sea como traductor, guionista o escribiendo sobre el género. Ha sido defensor del noveno arte en radio, televisión y prensa escrita, destacando su participación en Revista de Revistas y el diario La Jornada, así como sus traducciones y columnas para algunos de los cómics licenciados más importantes del medio, sobre todo en su paso por Grupo Editorial Vid. Sus participaciones como guionista van de lo popular a lo sofisticado (Ultrapato, Pulpo Comics, Complot Internacional y un largo etcétera). El equipo Comikaze le envidia haber logrado acercarse y obtener no sólo la foto, sino el autógrafo del mismísimo Rey en persona.

3 comentarios:

Topo dijo...

Se aprecia que existan articulos nacionales con intereses en estas leyendas.

Estuvo buena la releída en este día de reyes.

Saludos

Hector Fragoso dijo...

Kirbi imprimió dinamismo al cuerpo de los personajes; pero considero que está sonbrevalorado.

Comikaze dijo...

¡Estimado Héctor! ¡Pero si nadie ha creado tantos personajes de renombre como Kirby!

¡Kirby diseñó al grueso de los personajes más importantes de Marvel!

Capitán América, Thor, Spider-man, los X-Men, Hulk...

Saludos camarada :)