Por Jorge Tovalín
* El siguiente post fue modificado de su versión original, evitando el uso de palabras altisonantes que puedan incomodar a nuestros lectores.
Por medio del presente post quiero hacer públicas las ofensas que Giacomo Marino, dueño de la tienda BadaBing Comics, ubicada en la Zona Rosa del DF, ha realizado sobre mi persona, así como su rotunda negativa a regresarnos el material que se le ha entregado en consignación, lo que nos obliga a cortar cualquier relación con este establecimiento.
Desde mediados de 2008 la revista Comikaze mantuvo buenas relaciones comerciales con BadaBing Comics, realizando numerosos eventos propios y ajenos, e incluso proponiéndole ideas como el ahora finado CineClub BadaBing. Como una tienda joven y necesitada de clientes, siempre recomendamos a nuestros amigos del medio editorial independiente llevar su mercancía a la tienda. La relación entre la revista y la tienda fue de mutuo respeto. Incluso Giacomo Marino decidió comprar anuncios en Comikaze desde el segundo número de la publicación, lo cual siempre se le agradeció.
En esta tienda, Comikaze encontró una sede para muchos eventos interesantes, un espacio de encuentro para sus amigos y lectores, mientras que BadaBing encontró publicidad y buenas ventas en todas las actividades que realizamos en sus instalaciones.
Sin embargo, un error constante que la tienda ha cometido, ha sido la falta de seriedad y compromiso con los pagos del material vendido, aplazando una y otra vez las fechas de pago, lo cual es una falta de respeto para sus proveedores.
De hecho, se trata de algo ilógico, pues BadaBing Comics recibe una comisión por cada ejemplar vendido, pero su dueño siempre ha cometido la torpeza de gastar el dinero completo de las ventas de un material que no le pertenece, en vez de utilizar solamente su comisión, como cualquier negociante con sentido común haría. Obviamente, cuando un proveedor como nosotros quiere cobrar sus ventas, Giacomo Marino no tiene el dinero completo, pues lo ha gastado.
El 22 y el 23 de septiembre mandé un correo a Marino, pidiéndole me preparar el corte de ventas de Horizonte Cero, cómic de ciencia ficción que Elizabeth Gil y su servidor realizamos en conjunto con Ricardo Llarena, Abraham Martínez, Jaime Martínez y Axel Medellín. Mientras estos últimos amigos financian la impresión, Comikaze se encarga del diseño y distribución.
La cita para el pago se fijó para el 1 de octubre, posponiéndose después para el 4, el 8 y finalmente, el sábado 9 del mismo mes, día que tampoco recibimos el pago (de hecho, en repetidos intentos por comunicarnos con él, para checar si efectivamente nos recibiría en el local, nunca contestó el celular ni el teléfono de la tienda).
Incómodo por la falta de comunicación y de compromiso, le mandé el siguiente correo ese mismo día:
Fecha 9 de octubre de 2010 23:52
Asunto: Hola Giacomo
Buenas noches Jack
Anduve marcándote al celular y a la tienda, para cerciorarme de que estuvieras en el Bing y no dar la vuelta en vano, pero no logré contactarte ni tampoco contestaste mi mensaje de texto. Me comentó Pepper que tal vez no habías abierto, pero lo malo es que tú y yo ya habíamos quedado en que hoy sábado podía pasar por el dinero de Horizonte Cero. Me hubiera gustado que de perdida me mandaras un mensaje o una llamada para avisarme.
Antes de confirmar la presentación del sábado 16, necesito que me confirmes formalmente cuándo podré cobrar ese dinero que, de hecho ni siquiera me pertenece, pero del cual soy responsable y del que me apena mucho no poder rendir cuentas todavía.
Por favor te pido que me contestes antes del lunes mano.
Saludos
Jorge
Este correo fue contestado con una serie de insultos, alegando que era muy poco dinero para ponerle un ultimátum y que pagaría en cuanto tuviera la liquidez (?), y que le evitara el disgusto de tener que verme nuevamente.
Respondí a su mail diciéndole que no entendía el porqué de su agresión, si sólo le había pedido que me confirmara el pago de un material que no me pertenece. Que yo no le di ningún ultimátum, confiaba en que se comunicara conmigo y solucionáramos lo de las ventas sin problema alguno, como siempre había sucedido.
A este mail vinieron otros dos plagados de groserías de su parte. Al recordarle que también teníamos pendiente el cobro de los ejemplares del número 9 de Comikaze y solicitarle la devolución de estos, además de Horizonte Cero y un par de cómics indie que teníamos en su tienda, recibimos un no por respuesta.
Le hice ver que yo jamás me había dirigido a él de la forma en que él lo estaba haciendo, y que pasaría a recoger mi material. A lo que respondió "ni te pares, por ahí por que es mi local y no te quiero ver ahí, y estoy en mi derecho negarte la entrada..."
Le dije que de cualquier forma pasaría por el material, su último mail lo reproduzco a continuación:
Fecha 10 de octubre de 2010 23:57
Entiendelo no te voy a dar ni madres desgradecido, y procede como te de tu puta madre, por mi lo llevamos a juicio y ahí le perdemos unos meses. Si seras pendejo.
En fin, espero este penoso suceso (que sin duda es apenas una de muchos que terminarán cavando la tumba de esta tienda) sirva de advertencia para los amigos, lectores y clientes que venden o compran en
BadaBing Comics. Lamentablemente no es la primera vez que sucede, ya que alguna ocasión Marino amenazó por mail a un cliente (Héctor Fragoso) que osó quejarse de la mala condición en que le entregaban sus cómics apartados.
Así que mucho cuidado con esta persona, su pésima administración y muy desequilibrada personalidad.