Nota tomada del periódico Reforma, sección Cultura, del jueves 22 de junio de 2012
Por Óscar Cid de León
Ciudad de México (22 junio
2012).- La cifra suena inverosímil, de pronto escandalosa,
pero es real: El Libro Vaquero tira semanalmente 400 mil ejemplares;
pocos, incluso, si se toma en cuenta que a mediados de la década de 1980,
durante su auge, salían a la venta más de un millón y medio de copias por
semana.
Su impacto hace de la publicación uno de los productos
referenciales de la cultura popular mexicana.
Así lo entiende Marisol
Rodríguez, quien alista una muestra sobre la historieta a inaugurarse hoy en
Praga: The Good, The Bad and The Sexy, parafraseando al célebre western
protagonizado por Clint Eastwood, El bueno, el malo y el
feo.
Recibe la exhibición la galería Divus Prager Kabarett,
interesada en la promoción de arte pop latinoamericano.
"Se trata de un
primer acercamiento a las ilustraciones de los tres artistas más importantes que
han trabajado para El libro vaquero desde su creación, en 1978, hasta la
actualidad", adelanta Rodríguez.
Raúl Vieyra, quien dibujó la historieta
desde su fundación hasta 1989; Jorge Aviña, quien lo sucedió, consolidando su
estética, hasta el 2000, y Javier Díaz Benítez, su actual dibujante, son quienes
protagonizan la exposición, conformada por dibujos e impresos originales de
diversas épocas, sobre todo portadas.
En primer plano, siempre ha de
figurar una mujer voluminosa; en segundo, una escena en conflicto, por lo
general dos hombres, luchando por el amor o el honor de la rubia, porque casi
siempre ha de ser rubia y femme fatale.
Rodríguez, quien en los
últimos meses se ha volcado a la investigación de El Libro Vaquero desde
un plano estético, recuerda que la historieta ha sido generalmente mal leída,
pues se cree que se trata de una publicación pornográfica.
Todo lo
contrario; sus páginas son conservadoras, si acaso erotizadas, pero
conservadoras.
"Tal vez se ha mantenido así por ser fiel a su origen",
señala. "Rómulo O'Farril, quien la fundó desde Novedades Editores, decía que era
un libro que podía estar al alcance de todos en casa".
Su permanencia en
el mercado lo hace un producto susceptible a una investigación
profunda.
"Es interesante que la historieta sea tan exitosa, además con
guiones tan similares, estereotipados, de lucha, sobrevivencia y pasión... ¿Por
qué sobrevive 34 años con un tiraje que hoy llega a 400 mil ejemplares
semanales?", se pregunta Rodríguez.
Su investigación, por lo pronto, se
centra solamente en el plano artístico.
"El interés de la galería checa
es una cuestión totalmente visual, de atracción hacia la cultura pop mexicana y
a su gráfica icónica. El libro vaquero es sin duda un elemento muy
importante dentro de la historia del cómic mexicano".
No se discute
entonces el papel que la historieta, editada actualmente por Fernando Varela,
juega en un País del que se dice que no lee. O que lee, pero "libros",
precisamente, como el Vaquero.
La exposición, que podría viajar a
Londres tras exhibirse en Praga, también contempla la exhibición de diversos
cuadros de la Guía del migrante mexicano que dibujó Jorge Aviña por
encargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y que en su momento, 2004,
generara descontento por parte de legisladores de Estados Unidos debido a que
fue interpretada como un instrumento que fomentaba la migración, cuando su
función apuntaba a la prevención de riesgos ante el cruce del Río Bravo y el
internamiento en el desierto.
Los tres 'vaqueros'
El arte
de 'El Libro vaquero' ha recaído en tres portadistas.
-Raúl Vieyra
Flores, de 1978 a 1989.
-Jorge Aviña Ávila, de 1989 al 2000.
-Javier Díaz
Benítez, de 2000 al día de hoy.